En el Día Mundial del Alzheimer La Dra. en Fonoaudiología Silvia Vega nos cuenta sobre el rol del profesional de la Fonoaudiología en el abordaje terapéutico de las personas con Alzheimer.

21 de septiembre: Día Mundial del Alzheimer

La Enfermedad de Alzheimer (EA) es la causa más común de demencia, representando el 50-70% de todos los casos.

Sin duda, su complejidad requiere de un abordaje interdisciplinario donde todas las actuaciones estén centradas en el binomio “persona con Alzheimer y cuidador-entorno”; es en este marco en el que debe insertarse nuestra labor terapéutica como profesionales de la Fonoaudiología.

La EA, en tanto neurodegenerativa, presenta un curso de deterioro progresivo inevitable. En lo que al Lenguaje se refiere, y en líneas generales, comienza con la aparición de anomias y sigue su involución hasta el mutismo. Este escenario nos pone en un rol terapéutico particular y de enorme impacto en la calidad de vida de la persona: el objetivo de nuestra intervención será mantener, durante el máximo tiempo posible, las capacidades comunicativas aún conservadas.

Pero la terapéutica fonoaudiológica no se agota en la intervención directa con la persona que presenta EA. Desde el principio, se debe contemplar un conjunto de acciones dirigidas al entorno inmediato, que repercutirán de manera indirecta, beneficiando su día a día. En esta línea, surge como objetivo prioritario, capacitar a la red de apoyo cotidiano (cuidadores, familiares, amigos, profesionales intervinientes) en estrategias adaptativas de comunicación verbal y no verbal, que se irán actualizando de acuerdo al curso de la enfermedad. Ello permite mejorar la interacción cotidiana con la persona con EA y, por ende, disminuir el estrés del cuidador.

Desempeñarse en esta área no sólo requiere conocimientos sobre los trastornos cognitivo-comunicativos característicos de la EA sino también, una praxis flexible, adaptada a los diferentes momentos en el curso de la enfermedad de la persona y a los contextos en los que nuestro abordaje terapéutico acompañe ese transitar. Existen peculiaridades a tener en cuenta a la hora de plantear nuestras intervenciones porque, claramente, no se puede aplicar las mismas estrategias a personas que viven en su hogar y a aquellas que son residentes de centros de cuidados a largo plazo o centros de día, entre otros.

Ante el panorama que el último siglo plantea respecto del envejecimiento poblacional, la Fonoaudiología tiene una gran oportunidad que, a la vez, plantea un desafío continuo: la formación y capacitación de profesionales en la atención de un segmento de la población con características que le son propias: los adultos mayores con enfermedades progresivas y generadoras de alta dependencia con su entorno, como en el caso de las demencias.

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